DENUNCIA ARRENDATARIOS ESTAFADORES
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Con fecha 07 de septiembre de 2017, suscribí contrato de arriendo con Johana Catalina Meneses Rocuant, RUT: 15.346.211-9 y su pareja Mario Alejandro Sanchez Quevedo, RUT: 17.547.798-5, este último operador de grúa orquilla. Comenzaron a tener problemas de pago al mes siguiente, los primeros meses fueron atrasos reiterados, después solo pagaban una fracción, mientras abonaban por la deuda dejaban de pagar el mes en curso, todo acompañado siempre con excusas y promesas de pago que nunca cumplieron.
Apelaron siempre a nuestra comprensión, invocando temas familiares y manifestando que pagarían absolutamente todo lo que debían, ya que eran personas correctas y honradas. Nos conmovieron hablándonos de la protección que querían entregar a sus hijos y posteriormente de un supuesto cáncer que sufría Mario. Lo anterior fue acompañado con un sinfín de historias de desventura increíbles, estafas que habrían sufrido, hackeo de tarjetas bancarias, no pago de licencias médicas o sueldos. Fue así como lograron mantenerse por meses en nuestra casa y hacer crecer la deuda hasta $775.000, sin contar cuentas impagas y multas por atraso definidas en el contrato, lo cual abulta la deuda a cerca de $1.500.000.
Les pedimos en múltiples ocasiones que se fueran, pero se rehusaron indicando que no tenían dónde ir y que de hacerlo tendrían que irse a vivir bajo de un puente. En agosto les enviamos carta de desalojo y me pidieron más plazo para liquidar la deuda completa antes del 15 de septiembre ya que estaban arreglando su situación, comprometiénose a pagar lo adeudado e incluso a indemnizarnos. Johana manifestó estar trabajando en 5 lugares diferentes para conseguir el dinero y Mario por su parte decía estar realizando turnos extras en su trabajo.
Para el día 5 de septiembre habían comprometido el pago de un adelanto de gran parte de la deuda, lo cual no ocurrió. El 6 de septiembre, me enteré que justamente el día anterior huyeron de la casa, que cargaron un camión y se fueron. La casa quedó en malas condiciones, sobre todo las paredes, muy sucias y dejaron muchisima basura. En el domicilio habia una cocina y unos muebles que desaparecieron, junto con los reguladores de gas licuado. Tampoco hicieron entrega de las llaves por lo que hubo que buscar un cerrajero para poder ingresar.
Publico el presente a modo de denuncia y para quien en el futuro busque información o referencias de estas personas. Al perecer, al respecto han sido muy cuidados, no existiendo información de ellos disponible, tampoco están presentes en ninguna red social.
Ivan Castro
Septiembre de 2018